Dimas Nuwanda

Mansión pintoresca con sombrio sabor Detrás de sus muros susurra el terror Fieles retratos de apariencias que engañan Aún en su brillo vislumbran arañas Grietas y manchas que esconden verdades Crudo hipnotismo de intensas señales Aunque los gritos empañen los vidrios No existen oidos que puedan oirlos Plaga de insectos sobre el colchón Enfatizan la brisa de imperfección Fina serpiente siseando su escape Arrastrando su karma sin culpas que atrapen Escalofríos de viejos altares Gritando sus lujos con rotos cristales Parches inmensos cubriendo los ojos Aún en lo oscuro brilla el despojo Sinfonicos gritos del inconsciente Aluden la estancia de sombras vivientes Como un roedor en un laberinto No encuentro salidas que premien mi instinto Jaulas y frascos guardando a las bestias Con débiles llaves, oxidadas molestias Sin lucro abrazo a la pureza Protegiendo lo escaso de su inocencia Retrospectiva de vista interior Paredes móviles que dan confusión Paneles inmensos aislando el s...